Algunas mujeres se convierten en madres por accidente, otras porque así lo eligieron, unas pocas por presión social y una que otra por costumbre.
¿Te has preguntado alguna vez, cómo son elegidas las madres de niños especiales?Yo imagino a Dios en las alturas, seleccionando sus instrumentos de propagación, después de una larga enumeración, el Señor se detiene, le pasa el nombre a un Ángel, sonríe…. Y le dice: “Da a ella un hijo especial”.
El Ángel sorprendido pregunta ¿Por qué a ella Señor, si es tan feliz?.
“Precisamente por ello” contesta el Señor sonriendo.
¿Pero tendría ella paciencia Señor? Pregunta el Ángel.
“Yo no quiero que ella sea demasiado paciente, porque podría ahogarse en un mar de quietud y autocompasión; una vez que el impacto y el resentimiento hayan pasado, ella hará llevadera su labor. Hoy la miré. Ella goza ya de independencia. El niño que estoy dándole tiene su propio mundo y ella sabrá hacerlo vivir en el suyo….y eso no es fácil”.
“No importa, lo puedo arreglar….sigo pensando que esta mujer es perfecta, además tiene algo de egoísmo….”
El Ángel estupefacto pregunta ¿egoísmo? ¿es eso acaso una virtud?
El Señor vuelve a sonreír….”Si ella no pudiera separase ocasionalmente de su hijo, ella nunca sobrevivirá”.
Si, aquí está la mujer a quien bendeciré con un hijo menos que perfecto, ella no se da cuenta todavía, hasta el mundo verbal lo verá insuficiente, porque un gesto, una mirada o una señal, serán para ella mensajes más completos que amor. Si ella describe un árbol o el atardecer a un hijo que no puede ver, ella verá mis oraciones como mi propia revelación.
Permitiré que ella vea claramente las cosas que sólo las puedo mirar yo, la ignorancia, la crueldad y los perjuicios, permitiré que ella supere todo aquello, ella nunca estará sola, yo estaré a su lado cada minuto de sus días porque estará haciendo mi trabajo y tan acertadamente como si lo hiciera yo.
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